El sabor de la culpa – Capítulo 13: AgroChem Solutions

Luján y su equipo se reunieron de inmediato para analizar la nueva información proporcionada por Carmen Ruiz. Las transferencias a la cuenta suiza indicaban que las hermanas García no operaban solas. Había una red más amplia detrás de ellas, y Luján estaba decidido a desentrañarla.

En el centro de la sala de reuniones, una gran pantalla mostraba los movimientos financieros: empresas ficticias, transferencias trianguladas y cuentas bancarias en paraísos fiscales. Era un sistema diseñado para esconder dinero ilícito, pero las pistas empezaban a conectar los puntos. Una empresa en particular, llamada AgroChem Solutions, destacaba por sus actividades sospechosas.

—Esta compañía es conocida por exportar productos agrícolas, pero algunas de sus transacciones no coinciden con los registros oficiales —explicó Carmen, señalando un gráfico en la pantalla—. Además, algunos de los químicos encontrados en el almacén de César coinciden con los que esta empresa distribuye.

El capitán Salazar asintió.

—Si AgroChem Solutions está involucrada, podemos tener acceso a los proveedores de las hermanas. Sugiero que solicitemos una orden de registro para sus instalaciones.

Luján estaba de acuerdo, pero también sabía que el proceso sería complicado. La empresa tenía sede en varios países, lo que requeriría cooperación internacional. Inmediatamente, contactaron con la Interpol para coordinar una operación más amplia.


Pistas en el laboratorio

Mientras tanto, en el laboratorio, el doctor López y su equipo seguían analizando los restos encontrados en el cuerpo de César. Aunque el organofosforado seguía siendo la sustancia principal, los nuevos análisis revelaron algo más: trazas de abrina, un compuesto extremadamente letal extraído de las semillas de Abrus precatorius, también conocidas como rosario de anís.

López llamó a Luján.

—Inspector, tenemos un problema. La abrina es mucho más letal que el organofosforado, y encontrarla aquí implica un nivel de sofisticación que supera cualquier expectativa. Además, este compuesto es difícil de conseguir en grandes cantidades sin levantar sospechas.

—¿Y entonces? ¿Qué significa esto para el caso?

—Significa que alguien con acceso a recursos avanzados está detrás de todo esto. Este nivel de toxicidad no es algo que se improvise en un garaje. Esto fue planeado meticulosamente.

Luján colgó, preocupado; no tan solo por lo que se les venía encima como investigación sino por los propios cuerpos de seguridad que tuviesen que llevar a cabo la misma. ¿Hasta qué punto serían capaces de protegerse de semejantes especialistas en tal tipo de venenos?


La conexión internacional

Días después, la Interpol confirmó que AgroChem Solutions tenía vínculos con empresas en Europa del Este conocidas por fabricar químicos ilegales. Con esta información, Luján organizó una redada en una de las instalaciones de AgroChem en España y la Interpol inició su trabajo por su parte en el resto de delegaciones europeas. El objetivo era incautar documentos y detener a cualquier implicado.

La operación fue un éxito parcial: aunque lograron acceder a los archivos, los responsables habían huido, dejando pistas que sugerían que la empresa era solo una pantalla para actividades ilegales. Entre los documentos incautados, encontraron un contrato firmado por alguien conocido como LR.

—Podría ser Luz García —sugirió Carmen, mientras revisaban los documentos.

Luján negó con la cabeza.

—No. Luz es meticulosa. No dejaría su nombre, ni siquiera unas iniciales. Esto tiene que ser alguien más.

Mientras analizaban los documentos, otra conexión salió a la luz: un evento próximo en un barrio de Sevilla. Era una fiesta popular con comidas al aire libre, organizada por una asociación que recibía fondos de AgroChem Solutions.

Luján se llevó la mano al mentón.

—Es probable que estén planeando otro ataque. Tenemos que actuar rápido.


Una vigilancia crucial

El equipo de Luján, junto con la UCO y la UDEV, organizó una vigilancia en Sevilla. Agentes encubiertos se infiltraron entre los organizadores y vendedores del evento, buscando cualquier indicio de envenenamiento.

En el transcurso de la operación, detectaron a un hombre entregando paquetes sospechosos a los vendedores de comida. Luján dio la orden de intervenir, y el hombre fue detenido. En su posesión encontraron frascos con líquidos transparentes que, según los análisis preliminares, contenían compuestos tóxicos similares a los encontrados en el mantel de los Montes.

El hombre, identificado como un químico llamado Alejandro Martín, algo acojonado por haber sido pillado in fraganti confesó que trabajaba bajo las órdenes de Luz García. Según su testimonio, ella había planeado envenenar varios platos durante el evento, buscando generar caos y confusión.

—¿Por qué haces esto? —le preguntó Luján durante el interrogatorio.

Alejandro bajó la mirada.

—No tengo elección. Mi familia está en peligro. Si no hago lo que ella dice, los matarán.

Esta declaración confirmó las sospechas de Luján: las hermanas García no eran las únicas responsables. Había alguien más, alguien que manipulaba a las personas desde la sombra.


La red se cierra

Mientras continuaban las investigaciones, una serie de allanamientos en diferentes ciudades permitió identificar a varios colaboradores de las hermanas. Todos ellos describieron a Luz como una mujer implacable, pero también mencionaron que seguía órdenes de alguien más, una figura misteriosa que se hacía llamar El Comandante.

Luján sabía que estaba cerca de desmantelar toda la operación, pero también entendía que cada paso debía ser calculado y, por supuesto, más meticuloso que los responsables de la trama.

El Comandante parecía ser el verdadero cerebro detrás de los envenenamientos, y atraparlo sería la clave para resolver el caso.

Con la red cada vez más cerca de cerrarse, Luján sentía la presión aumentando. Sabía que cualquier error podía costar vidas, pero estaba decidido a llegar al fondo de todo, incluso si eso significaba enfrentarse a una organización mucho más grande de lo que jamás había imaginado.


El sabor de la culpa
Capítulo 13: AgroChem Solutions
por Carmen Nikol


Capítulo anterior: El pasado que resurge
Capítulo posterior: El Comandante


LICENCIA: © 2025 | CC BY-NC-N

Publicado por Entrevisttas.com

Entrevisttas.com comienza su andadura sin ánimo de lucro, como el blog personal de Carmen Nikol. Se nutre, principalmente, de entrevistas y artículos realizados por ella misma y por algunos colaboradores. Con el tiempo, desarrolla su sistema de colaboraciones con autores de renombre en diferentes materias como las ciencias, el derecho, la investigación, el deporte... Y busca constituirse como una revista. ¿Quieres colaborar? No dudes en contactar. Todos lo hacemos de forma gratuita.

2 comentarios sobre “El sabor de la culpa – Capítulo 13: AgroChem Solutions

Deja un comentario