Los manteles

Historia del mantel

Cuenta Manuel Balanzino en su Historia del mantel y la servilleta que en tiempos del Imperio Romano ya se usaban manteles de lino, utilizándolos de forma individual y llevando cada comensal el suyo y que, incluso, algunos de ellos estaban ya teñidos. Se les llamaban mappae, y los  utilizaban al mismo tiempo como servilletas. Los vikingos también utilizaban mantel, pero éstos aprovechaban los sacos de cereales. Sin embargo, no fue hasta la Edad Media cuando hubo un considerable avance sobre los manteles, ya que no sólo eran de lino, sino que ya se empezaba a utilizar distintos tipos de telas, las cuales eran teñidas de ricos colores. Realizándolos  con preciosos bordados y flecos, por considerarlos un ornamento y un arte, así como un símbolo de riqueza y de posición social, pues tan solo la nobleza se podía permitir tales lujos.

El mantel iba adquiriendo cada vez más popularidad y, aunque la clase más baja continuaba utilizando los textiles de lino por su bajo coste, no fue así en la alta sociedad: estos empezaban a utilizar distintos tipos de telas, sobre todo las de seda.

Tanto en el medievo como en el Renacimiento era de rigor que los manteles y servilletas fuesen de un blanco impoluto. Sin duda, esto demostraba un mayor rango del anfitrión, un símbolo de nobleza, considerándose de un mayor estatus social ya que la casa debía tener lavandería para su lavado y planchado y, cómo no, sirvientes para su realización.

Pero no fue hasta la Revolución francesa cuando cierto noble francés, conocido bajo el seudónimo de Duque Jacques de Serviliet, abrió un restaurante en el que los cubiertos se presentaban envueltos en un trozo de tela y en el que cada comensal utilizaba al mismo tiempo para limpiarse las manos y la cara.

Evolución de los materiales
en mantelería

No siendo hasta el S. XIX cuando se introduce el algodón y en el XX los materiales sintéticos como el poliéster, así como el papel y el teflón, el cual se utiliza para repeler las manchas.

Como ya he indicado, el lino (sin duda el más elegante, junto con el de algodón) ya su utilizaba en la antigua Roma. El algodón, por su parte, comenzó a ser popular en su uso a partir del siglo XIX, aunque se cultivaba ya desde el siglo XVI.


Tipos principales de manteles

Antes de comenzar con los tipos, os dejo un consejo fundamental: para que un mantel tenga una buena presentación al vestir una mesa deberá estar siempre bien planchado, y si añadimos un toque de almidón le proporcionará una mayor elegancia. Se puede colocar sobre un muletón, que es una tela afelpada y gruesa de algodón o lana.

El mantel blanco

Mesa vestida con un mantel blanco
Mesa vestida con mantel blanco

Como podemos observar en estas fotografías el mantel es blanco, un básico que se recomienda a tener siempre en cuenta, ya que es como un lienzo que admite todo tipo de color, dando mucho juego con cualquier vajilla sea del color que sea, grabado con flores, animales u otros estampados, o bien con vajilla incluso blanca, ya que no por ello hará que sea menos elegante.

En esta vemos mantel blanco con vajilla blanca, destacando los rojos que aportan las flores, pétalos diminutos y velas.

En esta vemos como el color verde destaca sobre un blanco cuya belleza y elegancia la hace sublime.

En esta otra vemos como las hojas verdes con el toque rojo del rábano hará que se destaque tanto el mantel como la decoración.

Pero no tiene por qué ser siempre mantel blanco, ya que existe gran multitud de colores y bonitos estampados, con los cuales se podrán hacer infinidad de combinaciones para presentar una mesa.

Manteles monocolor

Los manteles de un solo color nos permitirán también tener gran juego a la hora de combinar con vajillas, bien lisas o de colores, sin olvidar los detalles que al mismo tiempo harán que la mesa sea más acogedora y bonita.

El mantel adamascado

En estas imágenes podemos ver los manteles con textil adamascado. Esta tela tiene su origen en Damasco (Siria), punto estratégico de paso para mercaderes y comerciantes que realizaban la Ruta de la Seda. En un principio estos tejidos se realizaban con seda importada de China, pero pasó posteriormente a realizarse con lino y algodón, ya que eran más apropiados para su uso más frecuente.

Manteles estampados

Ni que decir de la belleza de estas telas, siendo verdaderas obras de arte textil dignas de vestir toda mesa, que no tienen que ser precisamente blanca sino que se pueden presentar con infinidad de bellísimos colores.

Los manteles con estampado bien de flores, manzanas, caballos, hojas… son muy útiles para mesas temáticas y estacionales

Como por ejemplo con un estampado floral muy de acorde a la primavera, donde la belleza de los colores nos hace situar en una maravillosa estación.

En estas imágenes contemplamos estampados en azul y blanco, ideales para agradables encuentros veraniegos, bien sea para un almuerzo como para una tranquila y divertida noche de verano.

A estos otros se les llama Toile de Jouy y se realizan con tejidos de algodón que se pintan o se estampan por el anverso.

Estos tejidos se empezaron a realizar en la localidad de Jouy, en Francia, en 1760 adquiriendo así su nombre. Eran telas que se decoraban con planchas de cobre grabadas, reproduciendo motivos de escenas pastoriles, temas mitológicos, aves y flores o acontecimientos de la época. Y aunque son telas que tienen infinidad de aplicaciones (tapizados de paredes, cortinas, vestidos…) quedan sumamente elegantes cuando se viste una mesa con estas preciosas telas.

Caminos de mesa

Otra opción podría ser los caminos de mesa, ya que  proporcionarán  centros de mesa atractivos y resultones para decorar con cualquier elemento que se prefiera. Aquí se distinguen flores de color fucsia en contraste con el azul, y caracolas como detalles en la misma ya que se trata de un encuentro veraniego.

Manteles individuales

Pero también existen las mesas “desmanteladas”, las que se presentan sin mantel, pudiendo utilizar bellísimos individuales y no por ello serán menos elegantes. En una mesa para dos, por ejemplo, son perfectas; también en un petit comité, que al igual que los manteles se pueden encontrar bien de tejidos lisos o estampados.

No sólo pueden ser de telas, sino que pueden ser de otros materiales como se puede ver a continuación.

Uno de los manteles más célebres que podríamos considerar, fue pintado por Leonardo Da Vinci en su tan famoso cuadro La última cena (1498) pintado al temple. Belleza para recrearse en él y su pintura.

La última cena de Leonardo da Vinci

Nota: mesas decoradas y fotografías de las mismas por Juana Sanz (@madame_chardonnay).


Los manteles | Por Juana Sanz


Publicado por Juana Sanz

Estudié Magisterio, ejerciendo muchos años como profesora de EGB y cursé posteriormente la licenciatura de Psicología. Master Tastavins. Amante de la decoración de mesas, de la gastronomía y del mundo de los vinos. Correo electrónico: jn.sanz@gmail.com Instagram: @enelpaisdelasilusiones @lamarquesadeterabithia

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