Beneficios y dificultades, desde el punto de vista jurídico, relación con la política y la economía.
No hay dudas de que el comercio internacional es un gran impulsor de la economía, tampoco que ha sido la fuentes de numerosos conflictos políticos y bélicos entre países, pero nadie puede negar su papel como protagonista en las relaciones internacionales y su función dinamizadora de las relaciones económicas, fuera y dentro de cada país.
Pero a pesar de su aporte positivo en la economía internacional y en las nacionales, las operaciones de comercio internacional tienen diversas dificultades, desde el punto de vista jurídico, ya que para su regulación inciden tres regímenes jurídicos diferentes: el del exportador, el del importador y el de las normas de derecho internacional público y privado que sean de aplicación, a lo que se suman los diversos procedimientos que se pueden utilizar para solucionar los conflictos que surjan en su desarrollo y la diversidad de la jurisprudencia que puede afectar la solución de dichos conflictos.
Tampoco debe olvidarse que, a diferencia de otras relaciones jurídicas, aquí nos encontramos con la coexistencia de varias materias que son de aplicación, como son el derecho administrativo, el derecho comercial, el derecho fiscal (impuestos y aduanas) y el derecho civil, así como el derecho internacional público (tratados y acuerdos internacionales) y el derecho internacional privado. Tal diversidad hace necesario el uso de conocimiento jurídicos muy especializados por parte de las empresas y profesionales implicados en este tipo de operaciones.
A lo anterior, se añade la diversa legislación que, actualmente, resulta de aplicación en las operaciones de comercio electrónico, muchas de las cuales son operaciones de importación/exportación menores, en cuantía, pero muy numerosas desde el punto de vista global, lo que ha obligado a los estados y a las organizaciones internacionales, a establecer normas específicas en esa materia.
Por otra parte, dada la amplia libertad que tienen las empresas en el momento de seleccionar la legislación aplicable a sus operaciones, los tribunales locales deben solucionar asuntos teniendo en cuenta la normativa extranjera o internacional, bien porque así lo tienen previsto en sus contratos los participantes en la operación o bien cuando deben decidir sobre la ejecución de resoluciones judiciales de tribunales extranjeros o laudos de órganos de arbitraje internacional.
Dada la amplia libertad que tienen las empresas en el momento de seleccionar la legislación aplicable a sus operaciones, los tribunales locales deben solucionar asuntos teniendo en cuenta la normativa extranjera o internacional
Es decir, en las operaciones de comercio internacional se combinan el dinamismo típico de las relaciones mercantiles, cada vez más amplias y en constantes desarrollo, con un conjunto de regulaciones y procedimientos de una gran diversidad y complejidad que hacen del comercio internacional una fuente de intercambios muy productivos que, a su vez, obligan a las empresas y profesionales a actuar en un marco jurídico, el cual no siempre está debidamente actualizado, y que se puede ver afectado por las inestabilidades y complejidades de las situaciones políticas internas y de las relaciones políticas internacionales.
Operaciones de comercio internacional: beneficios y dificultades, desde el punto de vista jurídico, y relación con la política y la economía | Por Migdonio Suárez León