Elena Francis


Un fenómeno radiofónico

La historia de Elena Francis es un fenómeno radiofónico que se remonta a mediados del pasado siglo XX en España. Y, concretamente, un fenómeno digno de ser revisado por resultar verdaderamente escandaloso, tras conocer su trasfondo: fue una realidad virtual en una época en la que no existía Internet, pues Elena Francis no era una persona real, sino un personaje ficticio creado para un programa de radio llamado Consultorio de Elena Francis. Su figura representaba un ideal de feminidad y consejo para las mujeres españolas de la época.

Elena Francis, por Carmen Nikol
Arte digital by Carmen Nikol

De él se recuerda, especialmente, su sintonía, diferentes versiones de Indian Summer, de Victor Herbert que se fueron usando, no solo como sintonía de entrada, sino como base de fondo y para incluir anuncios sobre ella. También se recuerda que era, por supuesto, un consultorio de la época, así como que su temática principal era la de responder consultas enviadas mediante carta a la Dra. Elena Francis por parte de un público femenino. No se recuerda tanto que fue variando su duración (de media hora a una hora), que sus voces fueron interpretadas por diferentes actrices a lo largo de los años o que ponían canciones dedicadas y se leían autobiografías así como vidas de santos para tomarlas como modelos a imitar.

El programa se emitió por primera vez en la década de 1940 y se convirtió en un gran éxito en la radio española durante tres décadas (como indica el último programa, en su despedida, se mantuvo en antena durante 35 años ―si bien restando 1984-1947 nos dan 37 años).

El concepto del programa era ofrecer consejos y soluciones a los problemas y multitud de preocupaciones de las mujeres, tanto de las mujeres que remitían cartas enviadas a la dirección que indicaban como de las mujeres que no se atrevían a hacerlo. Elena Francis respondía radiofónicamente a sus consultas, ofreciendo consejos sobre relaciones amorosas, vida familiar, moda, etiqueta y otros temas relacionados con la mujer y la vida cotidiana de ésta. También, en ocasiones, respondía por carta de manera que con ello aumentaba su credibilidad (si bien la tenía ya garantizada en su momento).


Icono cultural e influencer

Elena Francis se convirtió en un icono cultural de la postguerra y su programa se volvió extremadamente popular. Quizá sea la primera influencer en broadcast española, pues una ingente cantidad de mujeres patrias enviaban cartas a Elena Francis buscando orientación y consuelo en sus problemas personales. La figura de Elena Francis se convirtió en una especie de confidente para las oyentes y en una referencia importante en la sociedad española de la época.

El programa, por tanto, reflejaba la mentalidad conservadora y tradicional de cada período, de cada década, y los consejos ofrecidos por Elena Francis a menudo promovían los valores tradicionales de la mujer y de la familia. Esto, a futuros, generó algunas críticas y debates, pero nunca se ha podido negar el gran impacto que tuvo en la sociedad española año tras año. A lo largo de las décadas, el Consultorio de la ficticia Elena Francis se convirtió en un verdadero fenómeno social en España. A nivel de consumo individual, como puede ser el caso del consumo de YouTubers en la actualidad, se podría decir que fue una gran influencer.

El programa se emitía diariamente y la audiencia esperaba con ansias cada episodio para escuchar los consejos de la susodicha doctora. Las cartas de las oyentes eran leídas en el aire, y la respuesta de Elena Francis se daba de manera detallada y personalizada, sin revelar la verdadera identidad de quien escribía (en fin, todo quedaba entre identidades ocultas).


La idea y sus inicios

La idea partió de Francisca Bes (quizá la que le otorgó el nombre al programa Francis), perteneciente a una familia con intereses en el negocio cosmético. Detrás de Elena Francis estaba el Instituto de Belleza Francis de Barcelona, que había creado el personaje para publicitar sus productos.

Inició sus emisiones en 1947 a través de Radio Barcelona, desde donde emitió hasta 1966. Posteriormente, se emitió por Radio Peninsular y por Radio Intercontinental (además de en muchísimas radios regionales).

Se estimó conveniente responder unas siete consultas en cada emisión diaria. Éstas eran redactadas por un equipo de guionistas (entre los que se encontraban un cura y un psicólogo, pues no dejaba de ser un programa que procuraba adoctrinar a las mujeres dentro de los principios de la dictadura franquista). Desde 1966, la dirección quedó asignada en exclusiva a un hombre: el periodista Juan Soto Viñolo.

En cuanto a las locutoras que prestaron su voz a Elena Francis, la primera fue María Garriga, sustituida Maruja Fernández (la más longeva y popular) para terminar con Rosario Caballé.


Temáticas

El programa trataba una amplia gama de temas, desde relaciones sentimentales y problemas familiares hasta la etiqueta social o la moda. Las mujeres españolas veían en Elena Francis una figura de confianza a la que podían recurrir en busca de orientación en momentos difíciles. Se trataba de una época en la que la mujer tenía un papel principalmente relegado al hogar y a la crianza de los hijos, por lo que el programa se convirtió en un refugio y un espacio donde podían compartir sus inquietudes y recibir consejos prácticos.

Elena Francis, por Carmen Nikol
Arte digital by Carmen Nikol

La influencia de Elena Francis fue tal que su nombre se volvió sinónimo de consejo y orientación para las mujeres en general. Incluso hoy en día, se puede escuchar a personas mayores hacer referencia a ella cuando hablan de la época en la que el programa estaba en el aire.

Durante aquel tiempo, asimismo, se comenzaron a vender libros orientados a potenciar el cuidado personal (tanto físico como estético y psicológico) de las mujeres y, para el caso de las casadas (las principales oyentes) también el sexual para con su esposo, el principal beneficiado con el programa: cómo cuidar a sus maridos en su día a día, cómo satisfacerles en general, era la esencia de las respuestas. Por ello, muchas damas sufrían de ciertas frustraciones que intentaban desahogar en el aclamado consultorio, el cual respondía con indicaciones que, principalmente, promovían mantener el statu quo y, por tanto, era fácil que no consiguiesen aliviar tal frustración pero sí consiguiesen animar a la mujer en cuestión a adaptarse mejor a su situación. De no ser así, no hubiese sostenido su audiencia.

En una sociedad conservadora, como la que se consiguió mantener, pues, durante tantos años en la España franquista, resultaba especialmente plausible mantener los roles hombre-mujer muy estipulados, estancados dentro de un marco de sumisión de la mujer frente al hombre (en todos los estratos sociales y tanto dentro como fuera del matrimonio). Sin embargo, con el tiempo, el programa fue perdiendo audiencia a medida que la sociedad española cambiaba y las mujeres comenzaban a buscar nuevas formas de empoderamiento y libertad, a medida que la televisión y otras formas de entretenimiento ganaban terreno. Así, el Consultorio de Elena Francis fue perdiendo relevancia. Pasados 35 años de su emisión, se reveló la inexistencia de tal personaje en el libro, de 1982, Elena Francis, un consultorio para la transición, de Gerard Imbert. Este hecho fue el remate final para sepultar el interés en el programa y, finalmente, dejó de emitirse.


Final de Elena Francis

A pesar de su final, la historia de Elena Francis y su impacto en la sociedad española son un testimonio del poder de la radio como medio de comunicación y del papel que los medios de comunicación pueden desempeñar en la vida de las personas. Elena Francis se convirtió en un referente cultural y dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de España como un ícono de consejo y orientación para las mujeres de su época.

El poder de la voz y las palabras se hizo evidente a medida que las mujeres encontraban consuelo y orientación en las de la doctora. La voz de Elena Francis se convirtió en una presencia constante en los hogares de muchas mujeres, y su programa ayudó a establecer una conexión emocional entre la audiencia y el personaje ficticio.

Elena Francis, por Carmen Nikol
Arte digital by Carmen Nikol

Es interesante señalar que el Consultorio de Elena Francis se desarrolló en una era en la que la televisión aún no había alcanzado su apogeo y la radio era la principal fuente de entretenimiento y comunicación para muchas personas.

Si bien sobrevivió al propio Franco, el destape, el divorcio, el feminismo y la lucha por la ley del aborto campaban ya a sus anchas por una España necesitada de evolucionar y de desprenderse de los símbolos y luchas pasadas.

No olvidemos, en todo caso, que su legado continúa vivo en la cultura popular española y que aún se llevan a cabo exposiciones sobre tal fenómeno dentro de una sociedad tradicional y conservadora como fue la española franquista, sobre cómo conseguía una conexión íntima con su audiencia, brindando consejos y respuestas a través del éter. Quizá por ello, incluso en la actualidad, el nombre de Elena Francis sigue siendo reconocido y asociado con el consultorio radiofónico que llevaba su nombre. Su influencia se ha mantenido a lo largo de los años, y su nombre se utiliza a menudo como referencia a la figura de una mujer sabia y consejera.


Ejemplo de consultas y anécdotas interesantes

Aunque Elena Francis era un personaje ficticio, su programa de radio y su influencia en la sociedad española generaron anécdotas interesantes y curiosas.

  • Cartas en código: dado que el programa era transmitido en una época en la que la sociedad española era conservadora, algunas mujeres encontraban difícil o incómodo hablar abiertamente sobre ciertos temas. Por lo tanto, algunas oyentes utilizaban códigos o metáforas en sus cartas para describir sus problemas. Esto desafiaba a Elena Francis a descifrar el verdadero significado de las consultas y ofrecer consejos adecuados.
  • Respuestas con humor: aunque Elena Francis trataba temas serios y ofrecía consejos prácticos para el momento, a veces añadía un toque de humor a sus respuestas. En ocasiones, hacía comentarios sarcásticos o usaba juegos de palabras para aligerar la situación y hacer sonreír a su audiencia.
  • Confesiones y secretos: muchas mujeres enviaban cartas a Elena Francis confesando secretos o situaciones embarazosas que no se atrevían a compartir con nadie más. Algunas de estas confesiones eran bastante íntimas y reveladoras, y el programa se convirtió en un lugar seguro para que las oyentes desahogaran sus preocupaciones sin temor al juicio.
  • Popularidad en zonas rurales: el programa de Elena Francis no solo era popular en las ciudades, sino que también tenía una gran cantidad de seguidores en las zonas rurales de España. Esto se debía a que en muchos pueblos pequeños no había acceso a la televisión y la radio era el principal medio de entretenimiento e información. Las mujeres en estas áreas encontraban en Elena Francis una voz amiga y consejera.
  • La influencia de la moda: Elena Francis no solo brindaba consejos sobre relaciones y problemas personales, sino que también se pronunciaba sobre moda y etiqueta. Sus recomendaciones sobre el estilo adecuado y las tendencias de moda tenían un impacto significativo en muchas mujeres, que buscaban seguir sus consejos para estar a la moda y verse elegantes.
  • La homosexualidad: Elena Francis siempre recomendaba acudir a un médico para curar tal trastorno. Pero, si la mujer indicaba que había descubierto a su marido yendo a algún local, bien porque lo había seguido o bien por indicación de alguien (como se da en un caso de consulta real), la abnegada esposa recibía un consejo sobre la necesidad de arreglarse más y sobre cómo ser comprensiva con ese delicado asunto. En fin, la responsabilidad de su tendencia sexual era, en todo caso, de la mujer. Y, aun así, la consultora respondía con elementos comprensivos. Aquí os dejo el vínculo.
  • Embarazos fuera del matrimonio: en estos casos, la falta o el fallo siempre era exclusivamente culpa de la mujer.
  • Los abusos dentro del matrimonio: dado que la mujer estaba subyugada al hombre, éste podía romper los votos matrimoniales sin percibir consecuencias. Malos tratos, infidelidades, alcoholismo… todo debía ser comprendido y asumido como parte de su carácter sumiso por parte de la mujer.
  • Segundas nupcias con una jovencita: en caso de que el padre de ciertas jóvenes mujeres quedase viudo y desease casarse con una jovencita, quizá más joven que sus propias hijas, algo mal visto por la rancia sociedad española (e incluso hoy en día), Francis también sabía cómo aconsejar a las hijas, insistiendo en la libertad del padre y poniendo en duda que no sea algo más una aventura con una…

Estas anécdotas reflejan la conexión cercana que Elena Francis estableció con su audiencia y cómo su programa de radio se convirtió en un espacio en el que las mujeres encontraban consuelo, orientación (y adoctrinamiento) e incluso entretenimiento, a pesar de quererlas, casi, ciegas, sordas y mudas.

Elena Francis,
por Carmen Nikol
Arte digital by Carmen Nikol

Por poner unos ejemplos, aquí dejo tres casos de preguntas y respuestas que, si bien son ficticias, bien podrían ser reales. El segundo caso, claro está, viene a ubicarse en una época algo posterior. El tercero es un ejemplo de por qué Elena Francis, a pesar de que la mujer sabía que la presión sobre su apariencia era soberana, tendía a rendir cierta cancha para conseguir credibilidad y no perder la complacencia de su audiencia.

Caso I

— Pregunta: Querida Sra., estoy teniendo problemas en mi matrimonio. Mi esposo y yo no nos entendemos y discutimos constantemente. ¿Qué puedo hacer para mejorar nuestra relación? Elena, espero su consejo.

— Respuesta de Elena Francis: Querida amiga, es importante recordar que el matrimonio requiere compromiso y comunicación. Te sugiero que busques momentos tranquilos para hablar con tu esposo, expresando tus sentimientos de manera calmada y escuchando sus preocupaciones también. La paciencia y la empatía son fundamentales para resolver los conflictos. Además, considera la posibilidad de buscar asesoramiento profesional si sientes que necesitas apoyo adicional.

Caso II

— Pregunta: Querida Elena, tengo un trabajo que me desagrada y no encuentro satisfacción en él. ¿Debería renunciar y buscar algo nuevo o debo quedarme y ser agradecida por tener un empleo estable?

— Respuesta de Elena Francis: Querida oyente, es comprensible que desees encontrar satisfacción en tu trabajo. Antes de tomar una decisión, evalúa tus opciones y reflexiona sobre lo que realmente te apasiona. Si es posible, considera explorar otras oportunidades laborales o incluso desarrollar habilidades adicionales a través de la educación o la capacitación. Si decides renunciar, asegúrate de tener un plan financiero sólido y un respaldo antes de hacerlo. Recuerda que tu felicidad y bienestar también son importantes.

Caso III

— Pregunta: Querida Elena, últimamente me siento insegura con mi apariencia física y siento presión por cumplir con los estándares de belleza actuales. ¿Cómo puedo aprender a aceptarme y amarme tal como soy?

— Respuesta de Elena Francis: Hija mía, es fundamental recordar que la belleza viene en todas las formas y tamaños. No te compares con los estándares irreales que se promueven en los medios de comunicación. En lugar de eso, concéntrate en tus cualidades positivas y en lo que te hace única. Practica el autocuidado, mantén un estilo de vida saludable y rodéate de personas que te apoyen y valoren. Aprende a amarte a ti misma, con tus imperfecciones y fortalezas, y recuerda que la verdadera belleza radica en la confianza y la autenticidad.

Estas preguntas y respuestas son solo ejemplos hipotéticos basados en el tipo de consultas que Elena Francis solía recibir en su programa de radio. El objetivo era ofrecer consejos prácticos y orientación emocional a las oyentes, brindando una visión tradicional y conservadora de la época.

Si queréis escuchar algunos de los ejemplos reales (mucho más extenso en sus preguntas y respuestas y, sin duda, más impresionantes, pulsando aquí tenéis un ejemplo).


¿Conocías la figura de Elena Francis? ¿Llegaste a participar enviando alguna consulta? ¿Conoces a alguien que lo hiciera? ¿Se escuchaba en tu hogar o en el de tus padres? Permíteme saber al más dejando un comentario.

Por último os dejo a uno de los documentales que sobre Elena Francis nos dejó la historia de nuestras plataformas de difusión masiva. En este caso, cómo no, de RTVE.

Hasta siempre, quedo a tu entera disposición y un abrazo, tres de las múltiples despedidas que ella utilizaba.

Como regalo, la letra de la sintonía del programa. Probablemente, la habréis tarareado y habrá casos que querrán saber qué decía. Aquí la tenéis:

Francis, consúltale a Francis,
sé la amiga de Francis, Francis, Francis.
El consejo es de Francis, Francis, Francis.
La belleza es de Francis, Francis, Francis.

Es la hora de Francis, del Consultorio Francis.

Por favor, si te ha parecido interesante, comparte esta publicación con tus seres queridos o ens redes sociales. Gracias de antemano.


Elena Francis
por Carmen Nikol


Publicado por Entrevisttas.com

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