El examen

El mes de Junio estaba ya bien avanzado y hacía un calor asfixiante. Al bochorno de la tarde estival, había que añadir el sofoco de los estudiantes que se enfrentaban al examen final de Paleontología. El silencio en el aula era casi absoluto, tan sólo se escuchaba, de cuando en cuando, el tenue rumor de las hojas de papel al darles la vuelta para seguir escribiendo, y los pasos del profesor que, entre las filas de pupitres, paseaba vigilante y alerta ante cualquier maniobra sospechosa. Uno de los estudiantes, abrumado, sudaba tinta mientras leía y releía el enunciado de una de las cuestiones, sin atinar con la respuesta adecuada. Le preguntaban sobre las causas de la extinción de los dinosaurios, y él recordaba bien la historia del famoso meteorito que cayó al final del periodo Cretácico, eso lo sabían hasta los niños de primaria,  pero había otras hipótesis que él no era capaz de recordar por mucho que se estrujase la sesera .

Representación idealizada de la caída del meteorito Triásico (National Geographic)

Ahora se arrepentía de no haber sido más diligente, se le había echado el tiempo encima y no había preparado bien el examen. Además, precisamente ese tema, el de los dinosaurios, lo había dejado sin mirar, convencido de que era demasiado vulgar y socorrido como para que apareciese entre las preguntas. Pero se había equivocado de medio a medio y ahora estaba en apuros, tampoco tenía seguridad de haber respondido correctamente otras preguntas. Desesperado, recurrió al socorrido método de pedir ayuda al vecino. Al menos, en eso había tenido suerte, le había correspondido sentarse cerca de uno de los compañeros que solía sacar buenas notas. Aprovechó el momento en que el profesor estaba de espaldas y en el extremo más alejado del aula, para preguntarle en voz muy baja :

— Aparte del meteorito… ¿por qué se extinguieron los dinosaurios?

Su condiscípulo, caritativo, con un susurro lo más discreto posible, respondió:

— ¡Los mamíferos se comían los huevos de los dinosaurios…! 

El soplo era correcto, porque una de las hipótesis para explicar la extinción de aquellos enormes animales, sugiere que algunos mamíferos de pequeño tamaño tuvieron como fuente de alimentación principal los huevos de dinosaurio, lo que dificultó su reproducción y contribuyó a su extinción. Sin embargo, aquella respuesta no terminó de cuadrarle al desinformado estudiante. Pero, en sus circunstancias y teniendo en cuenta de quien venía la información, no tenía otra salida y decidió aceptarla como buena.

En cualquier caso, no le pareció procedente formular la hipótesis de una manera tan vulgar y decidió pulirla un poco, para expresarla de una manera más elegante. Esmerándose para hacer buena letra, escribió meticulosamente que los dinosaurios se extinguieron porque los mamíferos les devoraban sus testículos.

Narran las crónicas que el resultado no fue satisfactorio y el estudiante fue calificado con un rotundo suspenso. Ese día, yo no estaba allí,  pero tal y como me lo contaron, lo cuento.

Basado en HISTORIAS DE AQUÍ Y DE ALLÁ


El examen | Por Enrique Ortega Gironés


Publicado por Enrique Ortega Gironés

Soy, por ese orden, geólogo y escritor. O simplemente, un geólogo al que le gusta escribir. Primero, docente e investigador en el Departamento de Geotectónica de la Universidad de Oviedo. Luego, en las minas de Almadén (Ciudad Real), y durante los últimos 20 años, consultor independiente.

2 comentarios sobre “El examen

  1. A pesar de los millones de años, el ciclo se repite. Ahora las mamíferas serán las que extingan a los mamíferos. No se dan cuenta que con nuestra extinción también consiguen la suya

    Me gusta

    1. Hay veces (pocas) en las que el lenguaje inclusivo puede tener utilidad. En este caso, el estudiante de la historia lo hubiese agradecido. Aunque sea gramaticalmente incorrecto, si le hubiesen soplado que los mamíferos devoraban los huevos de las dinosaurias, no hubiese metido la pata. Bromas aparte y dejando aparte exageraciones, los radicalismos extremistas no son sinónimo de progreso.

      Me gusta

Deja un comentario