Mientras la policía analizaba el resto de las pruebas, Ricardo no podía sacarse de la cabeza la cuchara que había escondido en un cajón y decidió regresar al hospital para mantener las apariencias. Sin embargo, en su interior, el miedo crecía con cada hora que pasaba.
En la habitación de María, el ambiente estaba cargado de desconfianza. Ella ya no intentaba disimularlo; sus preguntas eran directas y punzantes.
—Ricardo, ¿por qué te fuiste tan rápido ayer por la noche?
—Sabes que tenía cosas que hacer en casa —respondió, tratando de sonar casual.
—¿Qué cosas? —insistió, con los ojos entrecerrados.
Ricardo se tensó, buscando una excusa que no pudiera ser refutada.
—Ayudar a la policía en lo que fuera necesario.
María no parecía convencida, pero decidió no presionarlo más. El doctor Hernández interrumpió la conversación con noticias.
—La policía ha encontrado rastros de la misma sustancia tóxica en una sustancia recuperada de su casa. Los análisis confirman que fue la fuente directa de contaminación.
El anuncio dejó a ambos en silencio. María lo rompió primero, con un tono afilado.
—¿Una sustancia? ¿Cómo llegó ahí algo así, Ricardo?
—Estoy igual de sorprendido que tú. Tal vez alguien intentó sabotearnos.
María soltó una risa seca.
—¿Sabotearnos? ¿Quién haría algo así?
El doctor intervino para calmar los ánimos.
—Es importante mantener la calma. La policía está investigando todas las posibilidades, incluyendo un accidente.
Pero ninguno de los dos creía en esa posibilidad.
El sabor de la culpa
Capítulo 5: La trampa del hogar
por Carmen Nikol
Capítulo anterior: Sospechas
Capítulo posterior: Bajo la lupa
LICENCIA: © 2025 | CC BY-NC-ND 4
2 comentarios sobre “El sabor de la culpa – Capítulo 5: La trampa del hogar”