Los días que siguieron al incidente en la habitación fueron como una pesadilla en cámara lenta para Lena. Luna había desaparecido, dejando tras de sí solo una nota críptica: No me busquéis. Necesito encontrarme a mí misma. Mary y François, devastados y confundidos, habían contactado a la policía, pero sin signos de secuestro o coacción,Sigue leyendo «Espejo roto – Capítulo 5: Caminos divergentes»